La capital de Malta, de apenas 7.000 habitantes, debe su nombre a su fundador Jean Parisot de la Valette. Fue contruída a mediados del siglo XVI con el objetivo de crear una fortaleza impenetrable ante la amenaza turca, como se comprueba al observar su gran muralla.

A pocos minutos en autobus desde St Julians, la Valletta es una ciudad perfecta para dar un paseo. Dicen que cambia su carácter a medida que avanza el día. Por la mañana podréis disfrutar de tiendas, comercios, museos e iglesias abiertos, mientras que las tardes están reservadas para relajados paseos en calles vacías, mientras los malteses duermen una buena siesta. A medida que el calor se disipa la actividad vuelve a reaparecer.

¿Qué ver en la Valletta?

No en vano el centro histórico de la Valletta fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980, ya que es una de las áreas históricas más densas del mundo: en un área de 55 hectáreas se agrupan 320 monumentos. Los más notables son la Catedral de San Juan, las fortificaciones construidas por los caballeros para proteger a la ciudad de los ataques otomanos; el antiguo Gran Palacio del Maestro y el Museo Nacional de Bellas Artes. Los ataques aéreos de la II Guerra Mundial destruyeron su majestuosa Ópera. Para aquellos interesados, existe un pequeño museo dedicado a la II Guerra Mundial situado en los bajos de las murallas defensivas.

Es, en definitiva, una excursión perfecta para pasar una mañana o una tarde y adentrarse en la cultura e historia maltesa.

Por cierto, recordar que es en esta ciudad donde se realiza cada año el multitudinario concierto gratuíto de la MTV (Isle of MTV) en el mes de julio, que congrega a miles y miles de personas en cada edición.

¡Saludos compañeros!